La Mano of Hope

El Salvador: Con una vida a cuestas juegan fútbol entre piedras y árboles

Alyssa Monninger, de 23 años, al ver aquel escenario donde es increíble pensar que se puede jugar al fútbol, lloró sin poder contenerse, alzó su mirada y no pudo esconder su tristeza e impotencia, con sus ojos aguados miro a los niños que sonreían y jugaban a lo que más les gusta, el fútbol.

DSC_0055BEntre unas piedras, un cerco de alambre de púas y unos árboles entre otros obstáculos, los pequeños corrían detrás de una pelota desgastada y jugaban a ser el mejor futbolista del mundo.

Los estudiantes del Centro Escolar Caserío El Quebracho, en el Departamento de Ahuachapán compartieron con Alyssa y miembros de la organización La Mano of Hope, quienes llegaron para ayudar.

«Esto obviamente me ha impactado, no parece una escuela, tampoco un lugar donde los niños puedan jugar fútbol, me da mucha tristeza ya que se que ellos aman este deporte y no tienen ni tan siquiera el mínimo espacio», expresó Alyssa, radicada en Maryland.

Alyssa práctica fútbol desde los cinco años, también en la universidad en terrenos amplios y cómodos. La joven sabe qué significa poder tener una pelota apropiada para jugar, vivir la pasión y esos momentos que sólo los da este deporte, pero en el caserío El Quebracho sólo es un sueño.

Precisamente la organización La Mano of Hope le pidió su ayuda. La joven de buen corazón llegó a EL Salvador como voluntaria para aportar sus conocimientos mediante un campamento de fútbol que se desarrollo el mes de septiembre en diferentes lugares del país.

hugPara nuestra amiga estadounidense aquel momento fue impactante al igual que para algunos nacionales que la acompañaban como voluntarios. Los jóvenes de entre 7 y 11 años de edad, estudiantes de esta escuela corrían y gritaban, «dale, dale…», mientras la pelota de cuero desgastada chocaba contra las piedras, ellos se agarraban de los árboles para no estrellarse y así poder meter un gol y celebrarlo al estilo Messi, una de las máximas estrellas del mundo que algunos de estos pequeños pueden ver en la televisión.

Alyssa manifestó «Estos niños no tienen nada, aquí no hay muchas oportunidades y a pesar de eso son felices en su mundo….».

La institución educativa cuenta con más de 150 estudiantes, en verdad es una de estas llamadas «Champas», pintada de azul y blanco construida de varas de bambú, lamina y hojas de Palmas de árbol de coco. Un mundo completamente distinto al que pinta el gobierno de turno.

«Me gusta jugar fútbol y cuando sea más grande quiero tener un negocio de pasteles para venderlos», dijo Catya Yamilet Alvarenga, de 11 años de edad, al compartir con Alyssa sus ideas mientras jugaban fútbol.

Para muchos jóvenes como Catya es un futuro incierto lleno de pocas probabilidades, ya que por ejemplo la escuela no cuenta con electricidad, tampoco hay pizarras adecuadas y la visibilidad dentro de esta parece una cueva para vampiros, lo que nos podría afirmar que la joven podría sólo aspirar a ser profesional de milagro.

La escuela al igual que el terreno donde juegan los estudiantes presentan condiciones paupérrimas. La asistencia por la mañana es de unos 70 jóvenes con quienes Alyssa compartió momentos inolvidables.
Es una comunidad olvidada donde se puede ver que tanto las autoridades locales como gubernamentales no hacen casi nada para su desarrollo, lo que hace pensar que aquel lugar pertenece a otro mundo.

«Ellos no tienen nada, no pude evitar llorar ya que es un lugar lleno de piedras sin espacio, esto no se parece a los lugares donde juegan los niños estadounidenses y es muy triste que no tengan ayuda», comento Alyssa.

La joven en nombre de la organización La Mano of Hope, regaló algunos zapatos y pelotas a la escuela para que los jóvenes sigan practicando fútbol y soñando a tener un futuro mejor con una vida completamente a cuestas, ante una sociedad y un gobierno que los limita a sólo tener un pequeño espacio en un rincón olvidado de El Salvador. Dicha organización también regalo camisas para los estudiantes.

LA MANO OF HOPE CUMPLIÓ
EN EL SALVADOR

Los once voluntarios de La Mano of Hope entre ellos médicos y enfermeras junto a personal de ayuda local, lograron dar asistencia en salud gratis a 1040 personas por seis días consecutivos, en cinco diferentes comunidades.

Los lugares visitados fueron El Pimental, en el departamento de La Paz; Chanmico y San Matías, departamento de La Libertad; El Quebracho y La Cuesta de El Gavilán, en Ahuachapán.

«Fué un éxito a pesar de los problemas en el inicio, nosotros hacemos esto para ayudar a las personas más pobres y necesitadas», dijo Melissa Linn, directora de la organización La Mano of Hope.

La organización llevó a cabo una clínica medica y campamentos de fútbol en las diferentes comunidades, donde participaron unas cinco escuelas que involucraron cerca de mil estudiantes.

El programa de medicina también obtuvo asistencia de médicos y personal de salud de los diferentes lugares visitados. La organización Comboy of Hope con cede en El Salvador también colaboro por dos días para que el proyecto fuera posible.

La Mano of Hope, además logró entregar seis tablas de Surf donadas por personas particulares que ayudan a la organización. Estas se dieron a la Escuela de Surf de El Pimental, en el Departamento de La Paz.

La Mano of Hope es una organización radicada en el área metropolitana de Washington DC y en los últimos cuatro años han llevado ayuda a Africa, Ecuador, República Dominicana y El Salvador, entre otros países.

 

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